miércoles, 23 de abril de 2008

El Sueño

Patricia Noemí Kuntz
Hace catorce años que soy docente; de los cuales, nueve viajo permanentemente a distintas localidades vecinas para poder ejercer esta bendita profesión.
Luego de formar una hermosa familia, con dos hijas y a pesar de que aún eran pequeñas, me decidí a hacer lo que siempre había soñado y querido hacer.
Motivada por una madre con varios años de antigüedad en la docencia y una profunda vocación, estudié “MAGISTERIO”.
La tarea no fue sencilla, ya que todo se mezclaba, libros, apuntes, pañales, mamaderas y tantas otras cosas que se presentaban a la hora de ponerme a estudiar o realizar algún trabajo extraescolar.
Pero si algo aprendí de un viejo sabio, mi abuelo, es que nada es imposible en esta vida, y me lo enseñó precisamente el día que perdió el dedo pulgar de su mano derecha..
Con el apoyo de toda mi familia y en especial el de Carlos, quien todos los días me llevaba hasta Macachín y me esperaba hasta las once y media de la noche, terminé entre alegrías y amarguras, esta gratificante carrera que hoy es mi pasión, con la buena nueva de la pronta llegada de un nuevo hijo.
¡Qué alegría aquel día al recibir mi diploma!, todos los sueños se habían realizado, aunque no me imaginaba que duro sería llegar a tener un cargo como docente.
Siempre había imaginado hacerlo en la escuela que me amparó desde el jardín de infantes donde concurría diariamente con mamá, por ocho años.
Pero la vida me sorprendió, a lo largo de trece largos años viajo a distintas escuelas de la zona como maestra suplente; ya sea por cortos períodos como lo fue al principio y en forma más prolongada, o por todo el ciclo lectivo estos últimos años.
Debo decir que las experiencias acumuladas a lo largo de todo este tiempo me han enriquecido y he cosechado muchas amistades, con colegas de las distintas instituciones.
Pero tampoco debo olvidar , los días en que viajaba con mucho miedo los treinta kilómetros que me llevaba llegar a la escuela o los nervios al viajar con lluvias torrenciales o espesas neblinas, mirando el reloj para ver si llegaba a horario. En otras oportunidades me tocó trasladarme estando las rutas en reparación y todo inundado, lo que hacía que todo fuera una travesía, con muchos riesgos y miedos.
Así como me ha tocado viajar sola de noche o de día, también he compartido viajes con colegas que fueron hermosas experiencias, las cuales mate de por medio y durante media hora, cada una contaba sus problemas y alegrías familiares, convirtiéndose en sesiones de terapia para cada una de nosotras donde pasábamos de ser pacientes a expertas profesionales a la hora de dar consejos.
Pero según dicen los que saben que no hay mal que dure cien años, y hoy luego de tanta travesía, malos ratos, y miedos aquel sueño tan anhelado se ha cumplido, aunque solo por este año. Al comienzo del ciclo lectivo fui designada por la coordinación como maestra suplente funcional en el séptimo año de “mi escuela”.Si bien el tiempo pasa rápido ya estoy pensando en lo que pasará el año próximo, si tendré o no la posibilidad de continuar aquí. Pero por ahora he decidido disfrutar de este presente tan esperado aunque guardo muy profundamente el deseo de poder algún día titularizarme y trabajar en la escuela que me vio crecer.

1 comentario:

DIEGO dijo...

VOS TE LO MERECES PATRI ME HUBIERAS SERVIDO DE EJEMPLO PARA SEGUIR ESTUDIANDO Y TENER MI VOCACION COMO LA TUVISTE VOS SOS UNA GRANDE TE QUIERO Y TE APRECIO UN MONTON QUIERO Q LO SEPAS BESO DIEGO